La capacidad creadora de nuestro pueblo se halla, en parte, en los mineros paraguayos. En efecto, en tiempos de Don Carlos Antonio López extraían hierro de San Miguel y Caapucú, transportándolo por el río Tebicuary mí y el arroyo Ybycuí, hasta 2 Km de la “Fabrica de Hierro La Rosada” que transformaba la materia prima de origen nacional en hierro, que se destinaba a la producción de herramientas de trabajo, elementos para la construcción y, cuando requirió, en cañones para la guerra.

Si bien, la técnica de producción fue importada por Don Carlos, mediante la contratación de dos técnicos europeos, la capacidad de adaptar esas técnicas importadas a las condiciones naturales de nuestro medio, el empeño y la creatividad del hombre paraguayo, han sido los factores preponderantes para que aquel rudimentario alto horno de “La Rosada” le diera al país un estilo de vida que lo puso a la vanguardia de los países americanos, ya que impulsó el progreso en todos los órdenes de la vida ciudadana. Con la destrucción de “La Rosada” en 1869 por una columna brasileña, se ha interrumpido un proceso de explotación de los recursos minerales que se reinicia después de más de 100 años.

Es oportuno mencionar también que en Minas Cué (Valenzuela) se explotaba la marcasita o sulfuro de hierro, para la fabricación de pólvora.

Valga esta introducción para mencionar que en un páis como el nuestro, cuya economía se basa fundamentalmente en el sector agropecuario, la diversificación de su estructura productiva constituye para el momento una necesitad ineludible.

La búsqueda de alternativa de diversificación ha llevado al Gobierno nacional a definir una estrategia que permita la explotación y puesta en valor de los recursos minerales.

Esta explotación y utilización nacional presupone la necesidad de identificar y cuantificar adecuadamente dichos recursos, en la perspectiva de realizar una evaluación de su potencial técnico económico, que posibilite posteriormente la inversión productiva, la generación de empleo y el incremento del ingreso nacional.

En vista de que en los planes para el sector minero se estableció, entre los objetivos a corto plazo, “mejorar la calidad de la información geológica minera de base y el conocimiento del potencial del país”, el Gobierno nacional solicitó al Ministerio de Cooperación Económica Alemana la evaluación de una propuesta denominada: “Prospección de Recursos No Metálicos y Creación de un Servicio Geológico Nacional”. El 5 de diciembre del año 1990 se firmó un acuerdo entre ambos gobiernos y el proyecto se inicia en el mes de julio de 1991. Entre los objetivos se encuentran las siguientes metas:

• Ejecutar campañas de prospección para yeso en los departamentos de Ñeembucú y Concepción.
• Ejecutar campañas de prospección de agrominerales en los departamentos de Paraguarí, Amambay y Guairá.
• Ejecutar campañas para investigar rocas ornamentales, y
• Ejecutar campañas de investigación sobre las calizas del departamento de Concepción.

Actualmente esta cooperación para el sector minero no metálico del Paraguay permitió contar con un laboratorio mineralógico, uno de los más completos de esta parte de Sudamérica. Los resultados de estos trabajos estarán a disposición del Gobierno Nacional para fines del año que viene.

No dudamos que nuestro país, mediante esta cooperación, logrará nuevamente incorporar la minería como una alternativa de desarrollo del Paraguay. Entre las industrias que visualizamos están: fabricación de lozas, porcelanas, rocas de ornamentación, precipitado de carbonato de calcio, acetileno, fertilizantes, refractarios y otros.

 

Dr. Juan H. Palmieri | Geología del Paraguay | Minería del Paraguay