Suplemento Económico – Asunción, domingo 12 de junio de 1994.

Dr. Geol. Juan H. Palmieri.
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Por qué Incentivar la Búsqueda

En el año 1947, la Unión Oil of California efectuó las primeras perforaciones en la búsqueda del “oro negro” en el Chaco paraguayo, con costosas dificultades por la agresividad del área. Sin infraestructura adecuada para el desplazamiento de equipos pesados, con dificultades para el suministro de agua para el consumo personal y para el barro de perforación. Asimismo, no se tenían buenas referencias sobre las características de la profundidad de la cuenca sedimentaria, tipos de rocas en el subsuelo, estructuras favorables, etc. Estos pioneros denominaron a sus pozos Santa Rosa, Orihuela y Pirizal.

Diez años después, en la década de los años cincuenta, la Pure Oil Company, con dificultades similares a la otra empresa citada, perfora los pozos Lagerenza, Madrejón, Mendoza y López. Entre los años 1967 y 1968 la Placid Oil Co. , otra empresa norteamericana, realiza también los pozos denominados Mendoza 1, Mendoza 2 y Mendoza 3.

A inicios de los años setenta hemos tenido la oportunidad de acompañar los trabajos de investigación de la empresa que hasta la fecha más perforaciones realizó en el Chaco paraguayo: la Pennzoil, cuyos pozos fueron denominados Alicia, Brígida, Cristina, Dorotea, Emilia, Federica, Gabriela, Hortensia, Inés, Julia, Katerine, Luciana, Marta, Nora, Don Quijote y Olga.

Posteriormente, a la Pennzoil le han seguido numerosas otras compañías, que han dejado un cúmulo de informaciones que, sin ser densas como hubiéramos querido, nos ayudan hoy a conocer mejor el potencial de hidrocarburos del Paraguay.

En efecto, sabemos que existen cinco cuencas sedimentarias. Una en la Región Oriental, que es la parte de la Cuenca del Paraná que se desarrolla casi en su totalidad en territorio brasileño, y otrascuatro en el Chaco paraguayo, que son las llamadas Curupayty (donde actualmente trabaja la Philips Petroleum), Carandayty (donde encontró gas Primo Cano Martínez), Pirity oPirizal (la cuenca de Palmar Largo, donde se explota actualmente) y la cuenca Pilar (sin perforaciones aún en el lado paraguayo).Todas estas tienen roca madre o generadoras de hidrocarburos, tienen rocas almacenadoras y estructuras favorables en el subsuelo. En otras palabras, conocemos las características de cada cuenca sedimentaria y podemos estimar su potencial.

Estas informaciones mencionadas son lo más valioso que desea una empresa antes de invertir. El Viceministerio de Minas y Energía está buscando la financiación de un grupo de proyectos, entre los cuales se encuentra la peparación “brochure” para su presentación en los grandes centros petroleros de Estados Unidos, y de esta forma promocionar las inversiones en el sector. Este cúmulo de informaciones más una ley petrolera atractiva son los caminos recomendados para este importante rubro.

No quisiéramos terminar este artículo sin mencionar que en la Región Oriental del Paraguay, la empresa pionera fue la Pecten, que perforó en el denominado “bloque de San Pedro” los pozos Asunción 1 y Asunción 2. Posteriormente, la Texaco perforó el llamado Mallorquín 1. En la actualidad esta misma empresa asociada con Guaraní Exploration and Development, ejecuta los pozos Inés, que están dando buenos indicios. Deseamos que estos últimos tengan éxito y que a través de estos resultados se pueda facilitar el desarrollo económico y la política del sector.

Mientras tanto, lo que ha quedado solo puede ser valorado por quienes conocen el Chaco: caminos, pozos de agua, agua en tajamares, pistas de aterrizaje, etc., que hay ayudado en gran medida a desarrollar ese vasto territorio chaqueño. Valgan entonces los esfuerzos por atraer a estos inversionistas, en este negocio donde ganamos todos.


Dr. Juan H. Palmieri | Geología del Paraguay | Petróleo en Paraguay